viernes, 1 de abril de 2022

Meditaciones de Santo Tomás de Aquino: Quinto Domingo de Cuaresma

LA PASIÓN DE CRISTO

Como Moisés levantó la serpiente en el desierto; así también es necesario que sea levantado el Hijo del hombre; para que todo aquél que crea en él, no perezca, sino que tenga vida eterna (Jn 3, 14-15)
Tres cosas se han de considerar aquí:
1º) La figura de la Pasión: Como Moisés levantó la serpiente en el desierto. Al decir el pueblo judío: A nuestra alma le da náuseas este manjar de poquísima substancia (Num 21, 5), el Señor envió serpientes para vengarse; después ordenó que se hiciese para remedio una serpiente de bronce, que fue remedio contra las serpientes y figura de la Pasión. Propio de la serpiente es tener veneno, más la serpiente de bronce no tuvo veneno, sino que fue figura de la serpiente venenosa. 
Así, Cristo no tuvo pecado, que es veneno, sino que tuvo semejanza de pecado, como dice el Apóstol: Enviando Dios a Su Hijo en semejanza de carne de pecado (Rom 8, 3). Por lo tanto, tuvo Cristo el efecto de la serpiente contra el movimiento de las concupiscencias encendidas. 
2º) Modo de la Pasión: Así es también necesario que sea levantado el Hijo del hombre, lo cual se entiende de la elevación de la Cruz. Pero quiso morir levantado: Para purificar las cosas celestiales. Ya había purificado la tierra con la santidad de su vida; restaba purificar las celestiales por la muerte.
Para triunfar de los demonios que en el aire preparan la guerra.

jueves, 24 de marzo de 2022

Meditaciones de Santo Tomás de Aquino: Cuarto Domingo de Cuaresma

CRISTO CON SU PASIÓN NOS ABRIÓ LA PUERTA DEL CIELO

Por tanto, hermanos, teniendo confianza de entrar en el Santuario por la sangre de Cristo.. (Hebr 10, 19).
La clausura de la puerta es un obstáculo que impide a los hombres la entrada. Pero los hombres son privados de la entrada en el reino celestial por causa del pecado, pues como se dice en Isaías (25, 8): Se llamará camino santo; no pasará por él hombre mancillado.
Hay dos clases de pecados que impiden la entrada en el reino celestial18. Uno, común a toda la naturaleza humana, que es el pecado del primer padre; y por este pecado se cerraba al hombre la entrada en el reino
celestial. Por esto se lee en el Génesis que, después del pecado del primer padre, delante del paraíso puso (Dios) Querubines, y espada que arrojaba llamas, y andaba alrededor para guardar el camino del árbol de la vida.
Otro es el pecado particular de cada persona, que se comete por el acto propio de cada hombre.
Por la Pasión de Cristo fuimos librados no solamente del pecado común a toda la naturaleza humana, en cuanto a la culpa y en cuanto al reato de la pena, pagando él el preció por nosotros, sino también de los pecados propios de cada uno de los que participan de la Pasión de Cristo por medio de la fe, de la caridad y de los sacramentos de la fe. Y por eso la Pasión de Cristo nos abrió la puerta del reino celestial.
Esto es lo que dice el Apóstol a los Hebreos (9, 11): estando Cristo ya presente, Pontífice de los bienes venideros... por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo hallado una redención eterna. Y esto se presentaba figuradamente en los Números, donde se dice que el homicida se estará allí, esto es, en la ciudad en que se había refugiado, hasta que muera el sumo sacerdote; muerto el cual, podrá regresar a su casa (Num 35, 25).
Los santos padres, haciendo obras de justicia, merecieron entrar en el reino celestial por la fe en la Pasión de Cristo, según aquello del Apóstol: Los cuales por fe conquistaron reinos, obraron justicia (Hebr 11, 33); por ella también era purificado del pecado cada uno de ellos, respecto a la purificación de la propia persona.

viernes, 18 de marzo de 2022

Meditaciones de Santo Tomás de Aquino: Tercer domingo de Cuaresma

LA PASIÓN DE CRISTO NOS LIBRÓ DEL PECADO

Nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre (Apoc 1, 5). La Pasión de Cristo es la causa propia del perdón de los pecados, de tres maneras:
1º) Excitando a la caridad, porque como dice el Apóstol: Dios hace brillar su caridad en nosotros; porque, aun cuando éramos pecadores, en su tiempo murió Cristo por nosotros (Rom 5, 8-9). Mas por la caridad conseguimos el perdón de los pecados, según aquello: Perdonados le son muchos pecados, porque amó mucho (Luc 7, 47).
2º) La Pasión de Cristo causa el perdón de los pecados por modo de redención. Pues, como él es nuestra cabeza, por la Pasión, que sufrió por caridad y obediencia, nos libró de los pecados como a miembros suyos, por el precio de su Pasión; como si un hombre, mediante alguna obra meritoria que ejerciere con sus manos, se redimiese de los pecados que cometió con los pies; pues así como un cuerpo natural es uno solo, compuesto de diferentes miembros, así toda la Iglesia, que es el cuerpo místico de Cristo, se computa como una sola persona con su cabeza, que es Cristo.
3º) Por modo de causa eficiente, por cuanto la carne, según la cual Cristo sufrió la Pasión, es instrumento de la divinidad, y por lo tanto sus pasiones y acciones son ejecutadas por virtud divina para expulsar el pecado.
Ciertamente Cristo nos libró de los pecados con su Pasión como por una causa, esto es, instituyendo la causa de nuestra liberación, de modo que por ella pudiesen ser perdonados todos los pecados pasados, presentes y futuros; como si un médico confeccionase una medicina con la cual pudieran curarse cualesquiera enfermedades, aun en el futuro.
Mas, puesto que la Pasión de Cristo precedió como cierta causa universal del perdón de los pecados, es necesario que sea aplicada a cada uno para borrar los pecados propios. Esto se hace por el bautismo, la penitencia y otros sacramentos que reciben la virtud de la Pasión de Cristo.

viernes, 11 de marzo de 2022

Meditaciones de Santo Tomás de Aquino: Segundo domingo de Cuaresma

DIOS PADRE ENTREGÓ A CRISTO A LA PASIÓN
El que aun a su propio Hijo no perdonó, sino que lo entregó por todos nosotros (Rom 8, 32).Cristo padeció voluntariamente por obediencia al Padre. Por consiguiente, Dios Padre entregó a Cristo a la Pasión en tres conceptos:
1º) Según que en su eterna voluntad preordenó la Pasión de Cristo para liberación del género humano, conforme a aquello que dice Isaías: Cargó el Señor sobre él la iniquidad de todos nosotros (53, 6), y más adelante: El Señor quiso quebrantarle con trabajos (Ibíd., 10).
2º) En cuanto le inspiró la voluntad de padecer por nosotros, infundiendo en él la caridad, por la que quiso padecer. Por lo cual el Profeta continúa: Él se ofreció porque él mismo lo quiso (Ibíd., 7).
3º) No protegiéndole en la Pasión, sino exponiéndole a sus perseguidores, por lo que se lee en San Mateo (27, 46) que estando Cristo colgado en la Cruz, decía: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?, es decir, que lo expuso al poder de sus perseguidores.
Es impío y cruel entregar a un hombre inocente a la pasión y a la muerte contra su voluntad, como obligándole a morir. Mas Dios Padre no entregó así a Cristo, sino inspirándole la voluntad de padecer por nosotros;en lo cual se muestra la severidad de Dios, que no quiso perdonar el pecado sin la pena; eso hace notar el Apóstol cuando dice: A su propio Hijo no perdonó (Rom 8, 32).

viernes, 25 de febrero de 2022

Preguntas y respuestas básicas sobre la Liturgia II

1- ¿Cuáles son los fines y objetivo de la liturgia?
     La liturgia tiene por fin primario la gloria de Dios, principio y fin de nuestra vida y fuente de todo bien, y por fin secundario la santificación del hombre en orden a su último fin.

2- ¿Estos dos fines como suelen expresarse?
    Estos fines se suelen descomponer en otros cuatro más especiales, también clásicos, a saber:
Fin latréutico es aquel por el cual el hombre adora a Dios y lo reconoce como Señor sin rival.
Fin eucarístico es aquel por el cual da a Dios las debidas gracias, como a su Creador y Redentor.
Fin impetratorio es aquel por el cual pide a Dios, sea directamente, sea por la intercesión de los Santos, todo lo que necesita, reconociéndolo como Amo y Gobernador universal.
Fin propiciatorio es aquel por el cual le aplaca con sacrificios, oraciones y penitencias, para que le perdone cojeo Juez.
En la Liturgia, y sobre todo en la Misa, cúmplanse superabundantemente estos cuatro fines, a los cuales se reduce toda la Religión.

viernes, 18 de febrero de 2022

Preguntas y respuestas básicas sobre la Liturgia I


1- ¿De dónde proviene la palabra “Liturgia” y cuál es su real significado?                                   
     La palabra liturgia (que viene del griego que se escribe léiton ergon) significa  en su etimología servicio público.

2- ¿Qué es para los verdaderos cristianos dicha palabra?
     Para nosotros los verdaderos cristianos la Liturgia es el culto oficial de la Iglesia.  Y como dice (1)Don Guéranger: “es el conjunto de símbolos, cantos, y actos, por medio de los cuales la Iglesia expresa y pone de manifiesto su religión para con Dios”.


3- ¿Cuántos tipos de cultos se pueden hacer?
      Se pueden realizar 3 tipos de cultos: interno o externo, individual o social.

4- ¿Cómo se expresan cada uno de ellos?           
    • Culto externo es el que se realiza con los órganos corporales, movidos por las facultades  espirituales.
    • Culto individual es el que practica un individuo, en público o en privado, en su nombre propio.   
    • Culto social es el que practica toda una colectividad, o uno solo de sus individuos, en nombre de   la misma.

viernes, 11 de febrero de 2022

¿Quién se inventó la Misa nueva?

¿Cuál es el problema con la Nueva Misa?

Notas preliminares:

a) La crítica al “nuevo rito” no puede ser una crítica a la misa en sí misma, pues ésta es el verdadero sacrificio de Nuestro Señor legado a su Iglesia, sino un examen sobre si se trata de un rito o ceremonial conveniente para encarnar y realizar este augusto sa­crificio. (Nótese que la validez de una misa y la conveniencia de su rito son dos cuestiones diferentes, como resulta evidente en el caso de una misa negra.)

b) Es difícil, para quienes sólo han conocido la Nueva Misa, comprender de qué se han visto privados, y asistir a la Misa “latina” a menudo les parece demasiado lejano. Para ver diáfanamente de qué se trata, es necesario comprender con claridad las verdades definidas de nuestra Fe sobre la Misa. Sólo con esta luz puede valorarse un rito de la Misa.

¿Qué es la nueva misa?

Respondamos contemplando sus cuatro causas, como dirían los filósofos: causa intrínseca material (¿cuáles son sus elementos?), causa intrínseca formal (¿cuál es su naturaleza?), causa extrínseca final (¿cuál es su finalidad?) y causa extrínseca eficiente (¿cuál es su autor?).

viernes, 17 de diciembre de 2021

Las vestimentas sagradas del Sacerdote


Las vestimentas sagradas del Sacerdote

Con su raigambre en las antiguas vestiduras de los nobles romanos, -y si queremos remontarnos más atrás- en ornamentos sacerdotales y levíticos de la Antigua Ley- la indumentaria litúrgica destinada a la celebración de los Santos Misterios de nuestra Fe, entrañan, más allá de su “funcionalidad” ritual y su carácter distintivo en el orden de los ministros, un altísimo sentido espiritual.

El vestido en general es, en toda la historia de la cultura humana, un factor “termómetro” de la concepción antropológica y trascendente que haya imperado en esa etapa.
Destinadas a espiritualizar la “forma corporal”, las vestiduras talares (principalmente) han presentado a los ministros de la liturgia, “por encima” de la forma de vestir del seglar, creando así un compromiso de ser testigos vivos de lo que celebramos. No es superfluo o intrascendente que la Iglesia “revista” a sus ministros –por encima de su propio hábito- con otro ropaje propio de la acción sagrada.

Con su simbolismo enseñan a proveerse de armas espirituales en el combate contra el espíritu del mal. Como dijo el apóstol: Las armas de nuestra milicia no son materiales, pero sí poderosas para derribar lo que se le opone. A la par de la reina, adecuadamente ceñida de sus diversos ornamentos, el sacerdote adornado exteriormente con las vestimentas sagradas, debe cuidar que su interior, su alma, esté revestida de buenas costumbres, según lo escrito: Que los sacerdotes estén revestidos de justicia.

El sacerdote sube al altar al encuentro con el Dios vivo y verdadero, trascendente y sacramentado, “in conspectu divinae maiestatis tuae”, “revestido” o “sobrevestido” por la Iglesia, su Madre, quien como Rebeca a Jacob, recubre su pobre humanidad con los ropajes de Cristo –Sumo y Eterno Sacerdote- para que ofrezca al Padre la Víctima Inmaculada, por sus “innumerables pecados, ofensas y negligencias, y por todos los que están presentes, y también por todos los fieles cristianos vivos y difuntos…” (Recomendación de la hostia, Missale Romanum, 1962).


viernes, 1 de octubre de 2021

El tesoro escondido de la Santa Misa

Artículo I
EXCELENCIA DEL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA

2. Es una verdad incontestable, que todas las religiones que existieron desde el principio del mundo establecieron algún sacrificio que constituyó la parte esencial del culto debido a Dios: empero, como sus leyes eran o viciosas o imperfectas, también los sacrificios que prescribían participaban de sus vicios o de sus imperfecciones. Nada más vano que los sacrificios de los idólatras, y por consiguiente no hay necesidad de mencionarlos. En cuanto a los de los hebreos, aun cuando profesaban entonces la verdadera Religión, eran también pobres e imperfectos, pues sólo consistían en figuras: Infirma et egena elemental, según expresión del Apóstol San Pablo, porque no podían borrar los pecados ni conferir la divina gracia.
El sacrificio, pues, que poseemos en nuestra Santa Religión es el de la Santa Misa, el único sacrificio santo y de todo punto perfecto. Por medio de él todos los fieles pueden honrar dignamente a Dios, reconociendo su dominio soberano sabre nosotros, y protestando al mismo tiempo su propia nada. Por esta razón el santo rey David le llama Sacrificium iustitiae, sacrificio de justicia, no sólo porque contiene al Justo por
excelencia y al Santo de los Santos, o mejor dicho, a la Justicia y Santidad por esencia, sino porque santifica las almas por la infusión de la gracia y por la abundancia de dones celestiales que les comunica. Siendo, pues, este augusto Sacrificio el más venerable y excelente de todos, y a fin de que te formes la sublime idea que debes tener de un tesoro tan precioso, vamos a explicar sucintamente algunas de sus divinas excelencias, porque para explicarlas todas se necesitaba otra inteligencia superior a la nuestra. 

San Leonardo de Porto-Maurizio